Desde ayer estoy nerviosa por este “movimiento” en las redes
sociales, #CONCILIA13F, no paro de reenviar este post del Club de las
Malasmadres, al cual estoy muy orgullosa de pertenecer, a amigas, amigos,
familiares, y todo aquel susceptible de tener algún pequeño con un nombre que
poner en este cartel que parece que está dando la vuelta al mundo, ya sea su
hijo, su sobrino, el hijo de su vecina… todo para la luchar por “la
conciliación”. - ¿Qué cartel?, ¿y de qué dices que va?,
¿conciliación?, ah! Pero yo no tengo hijos! No tengo que conciliar… -. Bueno,
igual no tienes hijos ahora, pero sí en un futuro, o igual no, pero tienes una
hermana que llega con la lengua fuera a recoger a tu sobrin@ a la salida del
cole, o una amiga, o nadie con hij@s en tu entorno, pero tienes un horario por
turnos que te tiene carcomido, una semana trabajando de mañana, la siguiente de
noche, la siguiente de tarde, y así es imposible apuntarte al curso de inglés,
o de bailes de salón, o de macramé que llevas toda tu vida queriendo hacer.
Porque la CONCILIACIÓN no es solo cosa de madres que quieren
trabajar menos y ver más a sus hijos, la conciliación es cosa de TODOS.
Ante todo he de dejar claro que en lo que respecta a lo
laboral, yo concilio estupendamente. Llego arrastrándome a mi trabajo del sueño
que tengo cada mañana, pero concilio, porque no me pusieron objeción alguna
cuando solicité la reducción de jornada por el cuidado de mi primer hijo, ni problemas
para elegir mi horario laboral, etc. Mi reducción ha sido mínima respecto a
horas efectivas de trabajo, y por lo tanto, equivalentemente mínima respecto a
sueldo, (factor que hace impensable reducirse el horario a mucha gente, por
desgracia).
Aún recuerdo la cara de mi jefe cuando solicité la reducción
de jornada, en mi oficina, fui la primera persona en ser madre y pedir una
reducción, así que esto era nuevo tanto para mí como para él. Y la conversación
fue algo como esto:
- Hola jefe, quería comentarte que me gustaría solicitar la
reducción de jornada una vez me incorpore de nuevo, después de la baja maternal…
- Eh, ah, sí, claro, claro, y, reducción, ¿con qué horario?
- Pues, bueno, con salir a las 15:30 tendría tiempo de ir a
buscarle a “la guarde”, así que yo creo que sería suficiente. (Teniendo en
cuenta que antes salía a las 19, es decir, jornada reducida e intensiva).
- Ah, bueno, claro, no hay problema, ¿y durante cuántos
meses?
Aquí mi cara fue tal cual el emoticono de los ojos abiertos como
platos. Hice un rapidísimo cálculo mental de 12 meses x 12 años del hijo menor
x 3 hijos que quiero tener, es decir el tercero lo tendré dentro de mínimo 6
años… a groso modo me salen 216 meses… mantuve la compostura, y me limité a un
escueto: - Bueno, no había pensado un tiempo concreto, pero entiendo que no va
a ser cuestión de sólo unos meses, no me gustaría ver al niño solo a partir de
las siete de la tarde…
Ahí quedó la cosa y dos años y medio después yo sigo feliz
con mi jornada reducida, y por ello agradezco la comprensión de mi empresa,
porque jamás he tenido problema alguno cuando he tenido que salir corriendo a
por los niños porque me han llamado de la “guarde” porque tenían fiebre, y todo
lo que he tenido al día siguiente ha sido interés por su estado y frases como “no
se preocupe, la familia es lo primero”, en este sentido soy afortunada, no me
cansaré de decirlo.
Pero no es menos cierto que cada día que me he tenido que
quedar en casa porque cualquiera de los dos estaba enfermo, ha sido un día de
mis vacaciones; y esto es algo que tiene que cambiar desde más arriba, no
depende de mi jefe. No tiene mucha lógica que yo pueda ausentarme 3 días de mi
trabajo por enfermedad sin justificante, y sin embargo si cualquiera de mis hijos,
ambos menores de 3 años, se ponen malos y no pueden ir “al cole”, y obviamente
necesitan quedarse en casa con algún adulto, tenga que ser a costa de mis días
de vacaciones. Porque entiendo que entre mis deberes como madre está el
cuidarles SIEMPRE, y si su estado de enfermedad ocasional requiere reposo
domiciliario, mis deberes como madre deberían estar por encima de mis deberes
como trabajadora, ¿no?. Ahí lo dejo para que se medite.
No me quiero enrollar mucho más, sólo hacer un llamamiento
para que este movimiento se siga, no solo hoy, sino hasta que las cosas cambien. Para que se nos oiga. Porque como he
dicho al principio, TODOS tenemos que CONCILIAR, nuestra vida familiar, con
nuestra vida laboral, con hijos o sin ellos.
Así que aquí os dejo de nuevo el link donde encontraréis
toda la información en el informe #CONCILIA13F.
Y unas instrucciones muy sencillas.
Imprime el cartel de arriba en blanco pinchando AQUÍ. Escribe el nombre de tu/s hij@/s, hazte
una foto con él, y ponlo en todas las redes sociales que se te ocurra con la etiqueta
#CONCILIA13F. En concreto la cita es hoy lunes a las 22 horas.
Desde ya, gracias por compartirlo.
¡Feliz lunes!
eso haré!! gracias a la reina del fotochop que me ha echado una mano!! ;)
ResponderEliminarJijiji un placer nena! fue un segundín! un besote!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa verdad es que en España vamos con un retraso muy grande, en cuanto a leyes sobre conciliación familiar. No tengo hijos, pero me espanta la idea de no tener tiempo para cuidarlos o tener que dejarlos en una guardería más de 10 horas porque ni su padre ni yo podamos salir de nuestros respectivos trabajos....
ResponderEliminarOjalá este tipo de movimientos hagan que nos concienciemos más de la necesidad de estas leyes que hagan que todos podamos CONCILIAR! Y sobre todo, que los políticos de turno, tomen nota!
Un besote!
Anouckinha's Closet
Hola! seguro que sí, para ir moviendo conciencias y poco a poco ir cambiando cosas. Es una cuestión educacional, así que llevará tiempo, pero si todos y todas ponemos un poquito de nuestra parte todo es posible!
ResponderEliminarGracias por pasarte y comentar!
Un beso!